En nuestro día a día, todos estamos sujetos a alguna fuente de tensión, nervios o ansiedad. Descubre cómo el masaje antiestrés y los aceites esenciales de grado terapéutico te ayudan a reducir o eliminar sus efectos negativos (insomnio, irritabilidad, desánimo, dolores de cabeza, trastornos digestivos, angustia, cansancio...). 

El masaje relajante o antiestrés tiene como objetivo principal aliviar la tensión y conseguir un estado mental de relajación, priorizando las manipulaciones y pases lentos y suaves. Pero sus beneficios van mucho más allá: 

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• Disminuye la tensión muscular, ayudando a reducir el dolor de espalda y de cabeza. 

• Disminuye nuestros niveles de estrés. 

• Favorece un estado de tranquilidad profunda, ya que hace que disminuyan los niveles de Cortisol, hormona secretada en grandes cantidades en situaciones de estrés. Por tanto, detiene la fatiga y la angustia. 

• Reduce la presión sanguínea y mejora la circulación. 

• Activa el sistema circulatorio, con lo cual hay un mayor aporte de oxígeno en el organismo. Disminuye la presión arterial y facilita el retorno venoso. 

• Combate la ansiedad y la depresión. Después de una sesión la persona se siente renovada por fuera y por dentro. El masaje estimula la secreción de serotonina, encargada de mantener en equilibrio el estado anímico de las personas. 

• Favorece la eliminación de toxinas... 

 

Hablar del empleo de los Aceites Esenciales de grado terapéutico para la gestión del estrés y de todas sus distonías significa dar a conocer un remedio eficaz para obtener curaciones asombrosas y duraderas. Estas quintaesencias vegetales poseen una complejidad y una concentración molecular tales que podemos afirmar sin miedo que en la Naturaleza nada es tan denso y a la vez tan sutil como las esencias de las plantas aromáticas. Lo tienen todo para seducir a quienes buscan tratamientos que actúen eficazmente en lo más profundo del ser y traten los más variados síntomas y enfermedades. 

Los Aceites Esenciales no poseen una única actividad, sino un conjunto de múltiples actividades, y sus mecanismos de acción son numerosos y variados. Por supuesto, la bioquímica terpénica y aromática pone en acción a un gran número de moléculas claramente identificadas y cuantificadas con acciones farmacológicas científicamente validadas. Para acompañar esta actividad molecular, cuentan además con propiedades bioeléctricas con acción tonificante y estimulante (carga positiva), y calmante y relajante (carga negativa) que autorizan a clasificar los aceites esenciales entre las sustancias dotadas de la más elevada energía. Un tercer y exclusivo mecanismo de acción viene a completar las actividades bioquímicas y energéticas. En efecto, los aceites esenciales de las más hermosas plantas aromáticas se caracterizan por su fragancia única, la cual, captada por los receptores neuroolfativos y descodificada por el centro de la olfacción en el cerebro límbico, entrega un mensaje, una información capaz de influir sobre nuestros comportamientos y nuestras emociones. 

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ES POSIBLE, SÍ, RECUPERA LA SERENIDAD.